viernes, 12 de septiembre de 2008

Quinta parte

Sin duda, la primera vileza que el hombre tiene en sí es la materia cómo se engendra (…) también, el peligro y la pena que pasa en su nacimiento. Aunque cuando la criatura nace no tiene entendimiento para que lo sepa hacer eso por sí mismo, naturalmente todas las criaturas hacen tres cosas: una es que lloran, otra es que tiemblan, la otra es que tienen las manos cerradas. Por el llorar se entiende que viene a morada en la que ha de vivir siempre con pesar y con dolor y que lo ha de dejar aún con mayor pesar y con mayor dolor. Por el temblar se entiende que viene a morada muy espantosa, en la que siempre ha de vivir con grandes espantos y con grandes recelos, de donde es cierto que ha de salir aún con mayor espanto. Por el cerrar de las manos se entiende que viene a morada en que ha de vivir siempre codiciando más de lo que puede tener y que nunca puede en ella tener ninguna abundancia perfecta.

Don Juan Manuel

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