viernes, 25 de mayo de 2007

El Solipsista

WALTER B. JEHOVÁ, por cuyo nombre no pienso disculparme ya que de verdad se llamaba así, había sido solipsista toda su vida. Un solipsista, en caso de que no conozcan la palabra, es alguien que cree que él es lo único que existe realmente, que las otras personas y el universo en general existen solo en su imaginación, y que si él dejara de imaginarlas, todas las cosas dejarían de existir.

Un día, Walter B. Jehová se convirtió en solipsista practicante. En una semana su esposa se había fugado con otro hombre, había perdido su empleo de funcionario en una agencia de envíos y se había roto una pierna persiguiendo a un gato negro para evitar que se cruzara en su camino.

Convaleciente en una cama de hospital, decidió acabar con todo.


Miró a través de la ventana, fijó la vista en las estrellas, deseó que dejaran de existir y ya no estaban allí. Luego, deseó que todas las demás personas cesaran su existencia y el hospital se quedó extrañamente en silencio, demasiado incluso para un hospital. Después, deseó que el mundo desapareciera, y se encontró suspendido en un vacío. Se deshizo de su cuerpo casi con la misma facilidad y luego dio el paso final de desear que él mismo no existiera.

Nada sucedió.

-¡Qué extraño! -pensó- ¿Puede haber un limite para el solipsismo?
- -dijo una voz.
-¿Quién eres tú? -preguntó Walter B. Jehová.
-Yo soy quien creó el universo que tú acabas de hacer desaparecer con tu deseo. Y ahora has tomado mi lugar. -Suspiró profundamente- Al fin puedo abandonar mi propia existencia, encontrar el olvido y dejar que tomes el control.
-Pero, ¿cómo puedo yo dejar de existir? Es lo que estoy tratando de hacer, ¿sabes?
-Sí, ya lo sé -dijo la voz- Tienes que hacerlo de la misma manera que yo lo hice: Crea un universo. Espera a que alguien en él crea realmente lo que tú creíste y desee dejar de existir. Entonces te podrás retirar y dejar que él tome tu lugar. Adiós.

Y la voz desapareció.

Walter B. Jehová estaba solo en el vacío y únicamente había una cosa que podía hacer: Creó el cielo y la tierra.

Eso le llevó siete días.

The Solipsist, de Fredric Brown